Cómo plantar una higuera a partir de una rama

Plantar una higuera puede parecer un misterio digno de los dioses del Olimpo, pero es más fácil de lo que crees. Aquí te voy a contar el paso a paso para que, con una simple rama, puedas tener un pedacito de la mitología griega en tu propio jardín. Te sorprenderá lo sencillo que puede ser dar vida a esa rama que has elegido. No hace falta ser Hércules para que arraigue; solo necesitas paciencia, mimo y estos consejillos que te traigo. Prepárate para ver cómo, con un poquito de magia y ciencia, esa rama se convierte en una higuera que, quién sabe, a lo mejor hasta te regala higos para chuparte los dedos. Venga, que nos vamos al lío.

¿Cuándo plantar una rama de higuera?

Si te has hecho con una rama de higuera y tienes ganas de verla convertirse en un árbol frondoso, el momento ideal para plantarla es durante la temporada de reposo vegetativo. Esto quiere decir que deberías hacerlo en los meses más frescos, evitando las heladas. Por lo general, la mejor época va desde finales de invierno hasta principios de la primavera, justo antes de que empiece la nueva temporada de crecimiento y cuando el riesgo de heladas fuertes ya haya pasado.

Es importante que la rama no esté en proceso de brotación activa, pues de lo contrario, el esfuerzo de la planta se centraría en las hojas y no en desarrollar un buen sistema radicular. Antes de plantar, asegúrate de que la rama tiene unos 20-25 cm de largo y cuenta con varios brotes latentes o 'yemas' que serán los futuros puntos de crecimiento una vez esté enraizada.

Recuerda también que el sustrato debe estar bien drenado para evitar el encharcamiento de las raíces, condición que no le sienta nada bien a las higueras. Si vives en una zona con inviernos muy fríos, podrías empezar el proceso en el interior, utilizando un invernadero pequeño o algún lugar protegido dentro de casa, y luego trasplantar la rama al aire libre cuando las temperaturas se suavicen.

Plantar una rama de higuera en el momento adecuado facilitará su arraigo y aumentará las posibilidades de éxito en el crecimiento de tu futuro árbol.

Mejor temporada para esquejes de higuera

Para tener éxito con los esquejes de higuera, la época del año es crucial. La mejor temporada para iniciar este proceso es a finales del invierno, justo antes de que la planta empiece a despertar de su letargo y comience el flujo de savia. Esta etapa se conoce como periodo de letargo invernal y suele ocurrir entre finales de febrero y principios de abril, dependiendo del clima de la zona.

Durante este tiempo, puedes cortar ramas de la higuera que tengan el año anterior de crecimiento. Busca aquellas ramas que estén sanas y tengan un grosor similar al de un lápiz. Evita las muy gruesas o demasiado finas, ya que podrían no enraizar bien o tardar demasiado en hacerlo.

Aquí tienes unos pasos sencillos para el proceso:

1. Selecciona las ramas adecuadas y haz un corte limpio y sesgado.
2. El corte debe ser justo por debajo de un nodo, que es donde la rama tiene mayor concentración de hormonas de enraizamiento.
3. Prepara una maceta con sustrato húmedo y fértil, preferiblemente mezcla de tierra con perlita o vermiculita.
4. Introduce el extremo cortado del esqueje en la tierra, asegurándote de que varios nodos queden bajo la superficie.
5. Mantén la humedad constante pero sin encharcar. Un mini invernadero o una bolsa de plástico puede ayudar a mantener la humedad.

Es importante tener paciencia, ya que los esquejes de higuera pueden tardar varias semanas en mostrar signos de enraizamiento y crecimiento. Recuerda que un buen drenaje es vital, ya que el exceso de agua puede provocar la pudrición del esqueje.

Los esquejes tomados en esta temporada suelen tener un alto porcentaje de éxito y un crecimiento más vigoroso una vez que comienzan a desarrollarse. Así que, aprovecha esos últimos días fríos para preparar tus futuras higueras.

Venga, espero que te haya servido de ayuda para que tu rama de higuera eche raíces y crezca fuerte. Si te surge alguna duda o quieres compartir tus avances, ya sabes dónde encontrarme. ¡Suerte con tu nueva higuera! ¡Un saludo!