¿La planta de café es de sol o sombra?

Te has preguntado alguna vez qué le mola más a la planta de café, ¿el solazo o la sombrita? Pues bien, aunque la veas en esas tazas humeantes cada mañana, la cafetera tiene sus manías como cualquier otra planta. Si tienes en mente convertir tu terraza en un pequeño cafetal o simplemente te pica la curiosidad, aquí te cuento lo que necesitas saber.

La ubicación es crucial, y aunque a la planta de café le encanta un buen baño de luz, también es una amante del misterio y la protección que le ofrece la sombra parcial. Así que, antes de que te lances a plantarla, considera que su crecimiento y fructificación dependerán de que le des su espacio ideal. ¿Quieres saber más sobre cómo conseguir que tu planta de café prospere? Pues sigue leyendo, que te lo cuento todo sin rodeos.

Cultivo del café: Claves para su crecimiento

La planta de café, conocida como cafeto, prefiere un equilibrio de luz y sombra. En su hábitat natural, suele crecer bajo la protección de árboles más grandes, lo que significa que un sol directo y constante no es lo suyo. Aquí van unas claves para que tu cafeto crezca contento y sano:

Luz y sombra

Si tienes tu cafeto en casa, busca un lugar con luz indirecta. Le encanta la luz, pero el sol directo le puede quemar las hojas. Si vives en un clima más bien fresco, una ventana con orientación sur es perfecta.

Clima

Los cafetos son de climas cálidos. Se desarrollan plenamente con temperaturas entre los 18 y 25 grados. Si baja de 15, la planta sufre. Así que, si no vives en el trópico, mejor tenerlo en interiores cuando haga frío.

Suelo

Un suelo fértil y bien drenado es crucial. El café odia tener los pies mojados, así que asegúrate de que el agua no se encharca. Un pH ligeramente ácido va de maravilla, algo así como entre 6 y 6.5.

Riego

Hablando de agua, riega cuando la tierra esté ligeramente seca al tacto. No te pases ni te quedes corto. El cafeto es un poco exigente con esto.

Abono

Durante la temporada de crecimiento, un abono rico en nitrógeno le viene de perlas. Eso sí, no te emociones demasiado con las dosis.

Con estas pautas, tu cafeto debería estar más que a gusto. Y recuerda, si ves que las hojas se ponen marrones o amarillas, algo no va bien. Revisa la luz, el agua o el abono, porque ahí suele estar el meollo del asunto. Las plantas de café pueden ser un poco delicadas, pero con un poco de mimo, ¡te recompensarán con su belleza y quién sabe si algún día con sus preciados granos!

¿Qué cantidad de agua necesita una planta de café?

La planta de café no es ninguna aficionada al agua en exceso. Prefiere riego moderado, pero constante. Vamos, que no le mola ahogarse. La frecuencia y cantidad dependen mucho del clima donde esté plantada. Si la tienes en un lugar con clima húmedo, la tierra suele retener la humedad y no necesitarás regarla tanto. Ahora, si estás en un sitio más seco, tendrás que estar más pendiente y regarla más a menudo.

Una buena pauta es mantener la tierra húmeda, pero ojo, que no empantanada. Un truco que puedes usar es meter un dedo en la tierra, si notás que los primeros centímetros están secos, es hora de darle un buen trago. Pero ojo, que no es lo mismo regar que encharcar. El drenaje tiene que ser la leche para evitar que las raíces se pudran.

En cuanto a cantidad, se suele recomendar alrededor de 20 a 30 litros de agua por semana en condiciones normales. Pero esto cambia si tienes calor de justicia o si el café está más a gusto en invernadero. Si te pasas de la raya con el agua, tu café se agobiará y te lo hará saber con hojas amarillas o caídas.

Piensa que estas plantas vienen de la madre naturaleza en zonas con lluvias frecuentes y una buena sombrita. Así que si te toca regar, hazlo preferentemente a primera hora de la mañana o al atardecer, que es cuando menos estrés sufrirá la planta.

Recuerda, cada planta de café es un mundo y cada entorno un universo. Mantén tus ojos abiertos, mima ese café y ajusta el riego a lo que te pida el cuerpo... digo, la planta.

Espero que este paseo por el mundo del café te haya aclarado si prefieren el sol o la sombra. Ahora ya tienes lo que necesitas para que crezcan estupendas. Cuida tus plantas y disfruta de cada sorbo sabiendo que vienen de tu esfuerzo. ¡Ánimo con esa plantación!