¿Cada cuánto echar guano a las plantas?

Vale, imagínate que tienes en tus manos ese oro negro de la jardinería, sí, el guano. Es un fertilizante natural que puede ser la bomba para tus plantas, pero ojo, no es echarlo a lo loco y ya está. La cuestión está en saber cada cuánto hay que darles este chute de nutrientes sin pasarse. Porque, aunque tus verdes amigas sean unas tragaldabas de vitaminas, todo en su justa medida, ¿no? Así que, en este artículo vamos a meterle mano al tema y te voy a contar el qué, el cómo y el cuándo de echar guano para que tus plantas se pongan más lustrosas que una lechuga en primavera.

Índice
  1. ¿Cuándo abonar con guano?
  2. ¿Cuánto tarda en hacer efecto el guano?
  3. ¿Cuánto guano echar?

¿Cuándo abonar con guano?

El guano, ese estupendo abono que proviene de excrementos de aves marinas, es genial para darle un chute de nutrientes a tus plantas. Pero, claro, no es cuestión de echarlo a lo loco. Hay que tener en cuenta el ciclo de vida de la planta y el tipo de guano que estás utilizando.

Primero, si tienes guano fresco, olvídate de echarlo directamente; es demasiado fuerte y puede quemar las raíces. Lo mejor es compostarlo antes de usarlo o comprarlo ya procesado.

Para plantas en crecimiento, te vendrá de perlas aplicarlo justo al inicio de la temporada, en primavera. Así le das un empujón para que empiece con fuerza. En el caso de las hortalizas, un buen momento es antes de la siembra o trasplante, para que el suelo esté rico en nutrientes y listo para alimentar a los nuevos inquilinos.

¿Y las plantas perennes o los arbolitos? Pues justo después de la época de reposo invernal, cuando empiezan a desperezarse y necesitan energía para brotar.

En caso de guano en polvo o granulado, que es más lento en liberar sus bondades, puedes repartir el abonado a lo largo de la temporada, cada dos o tres meses, para mantener el nivel de nutrientes.

Recuerda que el otoño también es un buen momento para abonar, especialmente para preparar a las plantas de cara al invierno. Un buen aporte de guano antes de que llegue el frío ayuda a fortalecer las raíces y a mejorar la estructura del suelo.

Por último, no te pases con la cantidad. Si el envase dice una cucharada, no eches tres. El exceso de abono puede ser tan perjudicial como la falta. Y ya sabes, si el guano es líquido, dilúyelo en agua según indique el fabricante y úsalo para regar.

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Así que, resumiendo rápido: Para las anuales, en primavera y otoño; para las perennes, después del invierno y durante la temporada según necesidad. Y siempre, usando el sentido común y las indicaciones del producto. Tus plantas te lo agradecerán con creces y sin palabras.

¿Cuánto tarda en hacer efecto el guano?

La rapidez con la que el guano muestra su magia depende de varios factores, como el tipo de guano que usas (por ejemplo, guano de murciélago o de aves marinas) y las condiciones del suelo. Pero, por regla general, puedes empezar a ver los efectos de este abono natural entre una y cuatro semanas después de su aplicación. Eso sí, esto no es una ciencia exacta; la naturaleza tiene su propio ritmo.

Si aplicas guano en polvo, que actúa más rápido al estar más descompuesto, tus plantas podrán aprovechar esos nutrientes casi de inmediato. Sin embargo, si usas guano en pellets o en forma más sólida, este se descompondrá poco a poco, liberando sus bondades de manera gradual. Es un proceso más lento pero con un efecto más duradero en el tiempo, como un regalo que se va abriendo poco a poco.

Recuerda que el guano no solo es un chute de nutrientes; también mejora la estructura del suelo, su capacidad de retención de agua y la actividad microbiana. Estos beneficios no son tan inmediatos como el aporte de nutrientes, pero son igualmente importantes para la salud a largo plazo de tus plantas. Así que, aunque no veas los resultados de un día para otro, ten por seguro que el guano está trabajando bajo tierra para darle a tus plantas un ambiente más sano y fértil.

Y si te estás preguntando cuándo echar más guano, piensa que no es bueno pasarse con la dosis; un exceso de amor también puede ahogar. Lo suyo es añadir guano al principio de la temporada de crecimiento de las plantas y luego hacer aplicaciones ligeras cada par de meses, ajustándote a las necesidades específicas de tus plantas y a cómo veas que responden.

Al final, el guano es como un buen vino; hay que saber cuándo y cómo usarlo para que revele todo su potencial. Paciencia y observación son tus aliados en este viaje de alimentar a tus plantas de forma natural.

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¿Cuánto guano echar?

El guano, ese abono orgánico que proviene de los excrementos de aves marinas, murciélagos y focas, es un potente fertilizante que puede hacer maravillas en tu jardín. Pero, ojo, que con el guano, más no siempre es mejor. La cantidad a utilizar depende de varios factores, como el tipo de planta, la etapa de crecimiento en la que se encuentra y la calidad del suelo.

Para plantas en maceta, una cucharada de guano por cada 4 litros de sustrato cada mes durante la temporada de crecimiento va genial. En el caso de plantas de exterior, calcula unos 100 gramos por metro cuadrado si tu suelo es pobre y necesita un empujoncito. Si tu suelo ya está en buena forma, con unos 50 gramos por metro cuadrado tendrás para echar a correr.

Cuando estás abonando árboles frutales o plantas grandes, espárcelo en la zona de las raíces, no hace falta que te pongas a enterrarlo, que el guano es de efecto rápido y el riego ya se encargará de llevar los nutrientes hacia abajo.

Recuerda que el guano es potente, así que usa guantes y evita excederte con las cantidades para no quemar las raíces de tus plantas.

Para simplificar, aquí tienes una guía rápida:

  1. Plantas en maceta: 1 cucharada/4 litros de sustrato al mes.
  2. Plantas de exterior en suelo pobre: 100 gr/m2.
  3. Plantas de exterior en suelo fértil: 50 gr/m2.
  4. Árboles frutales y plantas grandes: Esparcir en la zona de las raíces.

Y como siempre te digo, observa cómo responden tus plantas al tratamiento. Cada jardín es un mundo y el guano, aunque es un abono estupendo, hay que saberlo usar bien. Dale a tus plantas ese mimo especial y verás cómo te lo agradecen.

Espero que estos consejillos os sirvan para que vuestras plantas se pongan más contentas que unas castañuelas con el guano. No os paséis echando, que todo en su justa medida es mejor. Si tenéis alguna duda, ya sabéis dónde encontrarme. ¡Un abrazo grande y a seguir plantando!

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