¿Cada cuánto se les echa agua a las suculentas?

Si te has sumergido en el universo de las plantas carnosas y resistentes, seguro que te has preguntado más de una vez cómo regar tus suculentas para no acabar ahogándolas en amor líquido. Es que estas bellezas, aunque todoterreno, tienen sus manías y prefieren un chupito de vez en cuando a una borrachera de agua. Vamos a contarte lo que necesitas saber para que tus suculentas estén tan a gusto que ni se planteen mudarse a casa del vecino. Aprenderás a detectar las señales que te indican cuándo es el momento de coger la regadera y cuándo mejor dejarlas en paz, disfrutando de su sed. Así que olvídate de los horarios fijos y prepárate para sintonizar con el ritmo de tus plantas, que ellas te guiarán.

Índice
  1. Riego suculentas: identifica la necesidad de agua
  2. Cuidado de suculentas en interiores

Riego suculentas: identifica la necesidad de agua

Para que tus suculentas estén de maravilla, lo más importante es pillar el punto justo de riego. Estas plantas molonas almacenan agua en sus hojas, tallos o raíces, así que no necesitan que las empapes a cada rato. Aquí van unos trucos para que sepas cuándo necesitan un buen trago.

Primero, echale un ojo al sustrato: Si está seco y tienes las suculentas dentro de casa, es hora de regar. Pero ¡ojo! Si están al aire libre, espera a que el sustrato esté seco unos centímetros más abajo antes de darles agua. La clave está en evitar el riego excesivo, que es la causa número uno de que las suculentas se vayan al otro barrio.

Otro rollo importante es la estación del año. Durante los meses de verano y primavera, que es cuando las suculentas están en pleno crecimiento, necesitarán más agua. En cambio, en otoño e invierno, riega solo cada varias semanas, ya que están en modo ahorro energético.

Para serte franco, no hay una frecuencia de riego perfecta; varía según el ambiente, la temporada y el tipo de suculenta que tengas. Por eso, te recomiendo hacer la prueba del dedo: Mete tu dedo en el sustrato hasta unos 2 o 3 centímetros. Si notas que está seco, es el momento de regar. Si aún está húmedo, déjalo estar y comprueba de nuevo en un par de días.

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Y si quieres ir a lo seguro, invierte en un medidor de humedad. Es una herramienta que no cuesta un ojo de la cara y te ayudará un montón a saber cuándo tus suculentas están pidiendo agua a gritos.

No te pases con el agua, pero tampoco te quedes corto; es todo un arte dar con la cantidad justa, pero con práctica te convertirás en el sensei del riego de suculentas.

Cuidado de suculentas en interiores

Las suculentas se han ganado un hueco en nuestros corazones y hogares, pero para mantenerlas felices y bonitas, hay que pillarle el truco al riego. En interiores, es fácil pasarse con el agua y acabar con la pobre planta nadando en un charco. Mejor ir con ojo y regar solo cuando la tierra esté seca.

Para comprobarlo, nada como meter el dedo en la tierra. Si notas humedad, olvídate de regarla por ahora. Y recuerda, estas plantas son duras, prefieren quedarse con sed a ahogarse en agua. Usar una maceta con drenaje es vital para evitar acumulaciones de agua que puedan pudrir las raíces.

La luz también es clave. Aunque algunas suculentas se apañan con luz indirecta, la mayoría son como pequeños lagartos buscando el sol. Así que colócalas cerca de una ventana donde reciban luz natural buena parte del día, pero cuidado con el sol directo que puede quemarlas.

En cuanto a la temperatura, si tú estás a gusto, ellas también. Evita corrientes de aire frío o calor extremo, ya sabes, nada de dejarlas al lado de la calefacción o en un balcón helado.

Y si te preguntas cada cuánto abonar, con darles un poco de fertilizante especial para cactus y suculentas durante la temporada de crecimiento, es decir, primavera y verano, vas que chutas.

Regar moderadamente y proporcionar condiciones estables son la clave para que tus suculentas prosperen en el interior de tu casa. Dale a esas bellezas desérticas lo que necesitan y te lo agradecerán creciendo sanas y fuertes.

Espero que estos consejillos os ayuden a cuidar vuestras suculentas de maravilla. Recordad, menos es más cuando de regar estas plantitas se trata. ¡Cuidadlas bien y os recompensarán con su belleza única! ¡Nos leemos!

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