Cómo cubrir una valla metálica con plantas

¿Estás harto de ver esa valla metálica sin gracia cada vez que miras por la ventana? Pues tengo buenas noticias para ti. Con un poco de maña y algunas plantas seleccionadas, puedes convertirla en un muro lleno de vida que será la envidia del barrio. Aquí te voy a contar cómo elegir las mejores trepadoras para tu cerca y los trucos para que crezcan sanas y fuertes, tapizando ese esqueleto frío de metal con un manto verde que te alegrará el día a día. Además, no solo embellecerás tu espacio, sino que contribuirás a la biodiversidad y al equilibrio del entorno. ¿Listo para empezar? Agarra tus guantes que nos ponemos manos a la obra.

Índice
  1. Elegir plantas para cercos de alambre
  2. ¿Cuáles son las enredaderas que crecen más rápido?

Elegir plantas para cercos de alambre

Cuando busques plantas para cubrir una valla metálica, lo primero es pensar en la resistencia y el crecimiento. Quieres especies que sean fuertes, que no sufran con el metal y que puedan entrelazarse bien sin dañarse. Te sugiero que tengas en cuenta tanto el aspecto estético como el práctico.

Para empezar, piensa en trepadoras perennes como la hiedra (Hedera helix) o la buganvilla (Bougainvillea). Estas plantas se agarran con facilidad y te ofrecen un verdor permanente o floraciones espectaculares. Si prefieres algo más discreto, el jazmín (Jasminum) es una buena opción, con el añadido de su dulce aroma.

Si vives en una zona con heladas, asegúrate de que las plantas que elijas sean resistentes al frío. Plantas como la clemátide (Clematis) o la madreselva (Lonicera) son bastante resistentes y te sorprenderán con sus flores cada año.

Para una cobertura rápida, busca plantas de rápido crecimiento, pero ten en cuenta que requerirán más mantenimiento para evitar que se desmadren. Por ejemplo, la parra virgen (Parthenocissus) cubre rápidamente, pero no te duermas en los laureles, porque tendrás que podarla a menudo.

Si prefieres algo más controlado, considera arbustos como el cotoneaster (Cotoneaster) o la pyracantha (Pyracantha). Estos crecen de forma más ordenada y pueden recortarse para dar una apariencia más formal.

No olvides la importancia de la sostenibilidad. Elige plantas autóctonas que atraigan a la fauna local y ayuden al equilibrio ecológico. Además, necesitarán menos cuidados y se adaptarán mejor al clima de tu región.

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A la hora de plantar, asegúrate de preparar bien el suelo. Aporta un buen compost y asegúrate de regarlas con frecuencia al principio para ayudar en su establecimiento. Con el tiempo, encontrarás que necesitan menos atención y te agradecerán con una hermosa cobertura verde o floral para tu valla.

Recuerda, el secreto está en elegir la planta adecuada para tu clima y necesidades de mantenimiento. Así, tu valla metálica pasará de ser una simple estructura a convertirse en un elemento vivo y atractivo en tu jardín.

¿Cuáles son las enredaderas que crecen más rápido?

Si tienes una valla metálica que quieres cubrir cuanto antes, hay enredaderas de crecimiento rápido que son tus aliadas perfectas. Estas plantas no solo son veloces al extenderse, sino que además dan un toque verde y natural que transformará cualquier espacio.

Para empezar, la madreselva (Lonicera spp.) es una opción fabulosa. No solo es resistente y fácil de cuidar, sino que además te regala unas flores con un aroma que es una auténtica maravilla. En un abrir y cerrar de ojos, tendrás un muro verde y perfumado.

Luego está la parra virgen (Parthenocissus quinquefolia), que se agarra a lo que pille con sus zarcillos y no pierde el tiempo. En un plis-plas, tendrás esa valla cubierta y en otoño, su follaje rojo te dejará con la boca abierta.

Otra que no puedes perder de vista es la campanilla o ipomea (Ipomoea spp.). Esta planta trepadora no solo crece a toda velocidad, sino que además te ofrece unas flores en forma de trompetas que son una pasada.

Y no olvidemos la pasiflora (Passiflora spp.), que además de subir como la espuma, tiene unas flores exóticas que parecen sacadas de otro planeta. Eso sí, necesita un poco más de calor, así que si vives en una zona fría, mejor piensa en otra opción.

Por último, pero no menos importante, la clemátide (Clematis spp.). Aunque puede que al principio sea un poco más lenta, en cuanto agarre carrerilla no hay quien la pare. Sus flores son de lo más elegante y hay variedades para dar y tomar.

Asegúrate de darles un buen soporte y algo de mimo al principio, y te lo agradecerán cubriendo esa valla metálica en un santiamén. Recuerda también que un poco de poda de vez en cuando las mantendrá en forma y favorecerá su crecimiento. Y ahora, ¡a plantar!

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Espero que estos consejos te animen a darle vida a esa valla metálica con un toque verde. Si te ha picado el gusanillo de la jardinería, ¡manos a la obra! Gracias por leerme, un saludo y ¡a disfrutar del jardín!

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