Cómo hacer que una mata de guanábana dé frutos

¿Tienes una mata de guanábana en tu jardín y te preguntas por qué se hace la remolona para dar frutos? No te preocupes, es más común de lo que piensas y aquí te vamos a contar el secreto para animarla. La clave está en entender sus necesidades y mimarla un poco. No es solo cuestión de plantar y esperar; como toda buena relación, esto es un ida y vuelta. Vamos a ver, paso a paso, cómo puedes mejorar las condiciones para que tu mata no solo crezca sana y fuerte, sino que también te recompense con esos frutos exquisitos que tanto estás esperando. Desde el cuidado del suelo hasta los trucos para una polinización efectiva, te lo vamos a desgranar todo. Así que ponte las botas, que nos vamos al jardín a darle mimos a tu guanábana.

Índice
  1. Cómo inducir la fructificación en guanábanas
  2. ¿Cuánto tiempo tarda un árbol de guanábana en dar fruto?

Cómo inducir la fructificación en guanábanas

Para que tu guanábana se ponga las pilas y empiece a dar frutos, es clave que le des los mimos adecuados. Primero, fíjate que esté en un sito con clima cálido y protegida de vientos fuertes, porque si no, la planta se estresa y los frutos ni se asoman.

La tierra tiene que ser fértil y bien drenada, para que el agua no se quede encharcada alrededor de sus raíces. Si te pasas regando, la planta se siente ahogada y no va a querer fructificar. Hablando de riego, mantenlo regular, pero ajustándote a la estación: Más agua en épocas de crecimiento y menos en invierno.

Ojo con la polinización. Las flores de la guanábana son un poco vagas para autopolinizarse, así que puedes darles un empujoncito. Con un pincel fino, pasa polen de una flor a otra, simulando lo que haría una abeja. Si tienes varias plantas, aún mejor, porque se ayudan entre ellas.

No te olvides de la podada. Quita las ramas que parecen que ya dieron todo lo que tenían que dar y las que se vean enfermas o débiles. Esto ayuda a que la energía de la planta se enfoque en producir frutos de campeonato.

Si la planta es joven, sé paciente. Las guanábanas no suelen fructificar hasta que tienen unos 3 o 4 años. Pero cuando llegue el momento, asegúrate de que tenga los nutrientes necesarios. Un buen abono rico en potasio y fósforo le viene de perlas para potenciar la fructificación.

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Y por último, si ves que se hace la remolona para dar frutos, puedes intentar con reguladores de crecimiento. Hay productos específicos que estimulan la floración, pero úsalos siguiendo las instrucciones al pie de la letra, que con las hormonas no se juega.

Recuerda, cada planta es un mundo y lo que le va bien a una, a otra le puede sentar fatal. Así que observa y aprende de tu guanábana, y con un poco de suerte, tendrás frutos para dar y regalar.

¿Cuánto tiempo tarda un árbol de guanábana en dar fruto?

La guanábana, esa fruta tropical con un sabor único entre dulce y ácido, es el premio que nos regala el árbol después de una espera que requiere paciencia. Normalmente, un árbol de guanábana puede tardar entre 3 y 5 años en empezar a producir frutos si lo has plantado desde una semilla. Claro, esto puede variar un poco dependiendo de las condiciones de cultivo y del cuidado que le des.

Para ver esos frutos asomando entre las hojas, es fundamental que el árbol esté en un lugar con suficiente sol y protegido de vientos fuertes, que le puedan dañar. Además, el suelo tiene que tener un buen drenaje para evitar que se encharque y provoque enfermedades en las raíces. Y no te olvides del riego regular, pero sin pasarte, que a la guanábana no le gusta tener los pies mojados más de la cuenta.

Si optas por un árbol injertado, que es como un atajo en el mundo de la jardinería, podrías estar saboreando guanábanas en apenas 2 años. Esto se debe a que el injerto utiliza una parte de un árbol ya maduro, lo que acelera el proceso de fructificación.

Una vez que el árbol comience a florecer, mantén un ojo en la polinización. En su hábitat natural, la guanábana es polinizada por murciélagos y algunos insectos, pero en el jardín, a veces hay que echar una mano con un pincel suave para asegurar la polinización y, por ende, la producción de frutas.

Recuerda que la poda también juega su papel. Elimina las ramas secas o enfermas y las que crecen hacia el interior del árbol para que entre más luz y aire. Esto no solo mejorará la salud general del árbol, sino que también fomentará una mejor fructificación.

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La recompensa de probar una guanábana de tu propio jardín no tiene precio, y con estos cuidados, ese momento llegará más pronto de lo que imaginas. ¡Así que ánimo y a cuidar de ese árbol!

Espero que estos consejos te sirvan para disfrutar de una guanábana casera de lujo. Si le dedicas amor y paciencia, tu mata te lo agradecerá con frutos sabrosos. ¡Ánimo con ese huerto! Gracias por leer, nos leemos pronto.

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