Cómo plantar un granado de una rama

Si estás buscando darle un toque mediterráneo a tu jardín o terraza, no hay nada como un buen granado. Estos árboles no solo son famosos por sus deliciosas y jugosas granadas, sino también por su resistencia y belleza. Y aquí viene la buena noticia: no necesitas ser un experto para conseguir que una rama se convierta en un árbol frondoso. Con un poco de paciencia y siguiendo unos sencillos pasos, podrás ver cómo esa rama echa raíces y se transforma en un espléndido granado.
En este artículo, te voy a contar el secreto para que tengas éxito en esta empresa. Desde cómo seleccionar la rama perfecta hasta los cuidados posteriores para asegurar que tu nuevo granado crezca fuerte y sano. Y lo mejor es que no necesitas un arsenal de herramientas ni productos caros. Con algunas cosillas que seguro ya tienes por casa, y este pequeño empujón de conocimiento, estarás listo para empezar. Así que, ¿te animas a darle vida a tu jardín con un nuevo granado? ¡Vamos allá!
Enraizar esqueje de granado: Tiempo necesario
Para que tu esqueje de granado arraigue bien y tenga un buen comienzo, vas a necesitar paciencia. El proceso puede variar, pero por lo general, espera unos dos a tres meses para que las raíces se formen y sean lo suficientemente fuertes. No te agobies si parece que no pasa nada al principio; las raíces están gestándose bajo la superficie y necesitan su tiempo.
Empieza eligiendo una rama sana y robusta. La primavera es la mejor época para esto, cuando la planta está en pleno crecimiento. Corta un trozo de unos 15 a 20 cm y asegúrate de que tenga al menos un par de yemas. Luego, quita las hojas de la parte inferior y aplica hormonas de enraizamiento si tienes, aunque no es imprescindible.
Planta tu esqueje en una mezcla de tierra bien drenada y mantenlo en un lugar cálido, pero sin sol directo. La humedad es crucial, así que cubre el esqueje con una botella de plástico o una bolsa para crear un mini invernadero. Eso sí, evita que el agua se estanque, porque podrías ahogar el esqueje o provocar la aparición de hongos.
Riega cuando la tierra esté seca al tacto, pero sin pasarte. A medida que pasan las semanas, verás que el esqueje empieza a sacar nuevas hojitas; es una buena señal, pero aún así, dale tiempo para que desarrolle un buen sistema radicular antes de trasplantarlo.
Cuando veas que el esqueje ha enraizado bien, que lo notarás porque empieza a crecer con más fuerza y vigor, es el momento de trasladarlo a su lugar definitivo. Pero ojo, hazlo con cuidado para no dañar las nuevas raicillas que tanto le ha costado sacar.
Y ya está, con un poco de mimo y atención, tendrás un granado nuevo listo para crecer y eventualmente, dar sus deliciosas granadas. Recuerda que cada planta es un mundo, así que puede que algunos esquejes tarden un poco más en arraigar. No desesperes y dale el tiempo que necesite.
¿Cuándo reproducir granado?
Para multiplicar tu granado por esquejes, tienes que elegir el momento idóneo, que suele ser a finales de invierno o en la primavera, cuando la planta ya no está en su estado de dormancia y se prepara para el nuevo ciclo de crecimiento. Aprovecha este tiempo también porque las temperaturas suelen ser más suaves, lo que favorece la raíz de los esquejes.
Si decides hacerlo en primavera, justo antes de que comience el periodo de crecimiento activo, tendrás un plus. La savia fluye con más fuerza y los esquejes tendrán más energía para echar raíces. Eso sí, no te lances demasiado tarde, porque las altas temperaturas del verano podrían afectar a la capacidad del esqueje para mantener la humedad necesaria.
A la hora de cortar el esqueje, busca una rama que esté sana y tenga un grosor de lápiz. Hacer un corte limpio y oblicuo ayudará a aumentar la superficie de contacto con el sustrato, estimulando la formación de raíces. Y un pequeño consejo: usa hormona de enraizamiento si quieres darle a tu esqueje un empujoncito extra.
Recuerda siempre mantener la humedad, pero sin pasarte, ya que el exceso de agua podría provocar la aparición de hongos y pudrición. Y nada de abonos hasta que el esqueje no haya arraigado bien, que eso ya es otro cantar.
Reproducir un granado es todo un arte, pero con paciencia y cuidado, pronto tendrás otro magnífico ejemplar creciendo feliz en tu jardín.
Espero que te haya molado el rollo de plantar tu propio granado. Si te animas, ya sabes, paciencia y mimo, estacas en mano y a darle vida a ese nuevo amigo verde. Cualquier duda, ya sabes dónde encontrarme. ¡Suerte con tu granado! Ah, ¡y no te olvides de regarlo!
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