Cómo poner plantas artificiales en la pared

Vale, imagina que quieres darle un nuevo rollo a tu pared y te mola la idea de un jardín vertical, pero sin el follón de cuidar plantas de verdad. Pues las plantas artificiales son tu solución. Son un puntazo para darle vida a cualquier espacio sin preocuparte por el riego o la luz. Además, están más de moda que nunca y son la mar de agradecidas para los que no tienen mano con las plantas de verdad.
Colocarlas es pan comido y aquí te voy a contar cómo hacerlo sin que te lleve un siglo. Te olvidarás de regar y tendrás un pedazo de pared verde todo el año. ¿Preparado para darle un toque verde a tu casa sin ensuciarte las manos? Pues atento, que empezamos.
Duración de jardines verticales artificiales
Si estás pensando en darle un toque verde a tus paredes sin meterte en el lío de tener que cuidar plantas de verdad, los jardines verticales artificiales son una opción de lujo. La duración de estas maravillas es una de sus mayores ventajas. Hablamos de que pueden estar perfectos durante años, y lo mejor es que no necesitan ni agua ni abono.
La clave está en el material. La mayoría de estas plantas falsas están hechas de plásticos de alta calidad, como el polietileno, que aguanta de todo: desde la radiación UV hasta el viento y la lluvia, si decides colocarlas en exteriores. Esto significa que no se van a desvanecer los colores ni a deteriorarse a la primera de cambio. Puedes esperar que mantengan su buen aspecto por, al menos, unos 3 a 5 años en exteriores, y si están dentro de casa, pueden durarte hasta más de 5 años si les das un mimo de vez en cuando, quitando el polvo y tal.
Y no te preocupes por las tendencias. Los jardines verticales artificiales tienen un diseño atemporal. Aunque pasen los años, seguirán siendo un puntazo en tu decoración. Eso sí, si te aburres de ver siempre lo mismo, puedes cambiar la disposición de las plantas o añadir nuevos elementos para renovar el look.
Ah, y una cosa más, aunque parezca que no hace falta decirlo: Evita ponerlas cerca de fuentes de calor como radiadores o estufas. Es plástico, así que ya sabes, mejor prevenir que curar.
Recuerda que estos jardines son para disfrutar sin complicaciones. Así que si buscas un toque verde sin mantenimiento, los jardines artificiales son tu mejor aliado, y te durarán un montón si los cuidas mínimamente.
Impacto de las plantas artificiales en el hogar
Las plantas artificiales pueden ser un elemento decorativo chulísimo, sobre todo si no tienes mano para las de verdad o si tu vida es un no parar y se te olvida regarlas. Pero ojo, que no todo es estético. Vamos a ver qué rollo tienen en nuestro hogar.
Primero, lo evidente: no necesitan cuidados. Ni agua, ni luz, ni abono. Son ideales para rincones oscuros o para gente que viaja mucho. Y aunque no mejoran la calidad del aire como las naturales, tampoco lo empeoran, claro.
Pero las plantas de plástico tienen su lado oscuro. Algunas pueden desprender sustancias químicas no muy allá, sobre todo si se calientan. Además, duran un montón y eso está genial, pero cuando te cansas de ellas o si se estropean, al final son un residuo más que no se biodegrada fácilmente.
Ahora, si hablamos de estética, aquí las artificiales se llevan un buen punto. No hay que preocuparse de si crecen mucho o poco, siempre lucen perfectas. Y si te cansas del verde, puedes cambiarlas por otras de colores más vivos sin que te miren mal por cambiar la decoración con las estaciones.
Pero tampoco vamos a olvidarnos del rollo emocional. Aunque no son de verdad, tienen su manera de hacer los espacios más acogedores y alegres. Es como tener una mascota de peluche cuando no puedes cuidar una de carne y hueso; no es lo mismo, pero algo hace.
Y fíjate, que aunque no lo parezca, pueden ser un buen tema de conversación. "¿Son de verdad?" es una pregunta que puede abrir muchas puertas, sobre todo si tienes una de esas réplicas que engañan hasta al ojo más experto.
En el rollo práctico, si te decides por plantas artificiales para decorar la pared, te ahorras el marrón de posibles goteras o manchas de humedad que pueden venir con macetas colgantes. Y hablando de paredes, puedes montarte un jardín vertical que no requiera ni una gota de agua.
Para terminar, piensa en tu bolsillo. Las plantas artificiales pueden ser una inversión inicial más alta, pero a la larga, te ahorras en cuidados y posibles sustituciones. Eso sí, no intentes hacerle la fotosíntesis, que por mucho que las quieras, no van a colaborar en ese sentido.
Espero que estos truquillos te hayan servido para darle un nuevo aire a tus paredes sin necesidad de regadera. Recuerda, lo importante es que te sientas a gusto en tu espacio, ya sea con plantas naturales o con estas alternativas sin mantenimiento. ¡Un abrazo y a disfrutar de tu rincón verde, sea real o artificial!
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