Cómo poner un grifo de jardín recto

Vamos a ver, que poner un grifo en el jardín no tiene por qué ser un quebradero de cabeza. Si estás pensando en darle un nuevo toque a tu oasis verde o simplemente necesitas cambiar ese grifo viejo que ya parece una fuente de la época de tus abuelos, atento. Aquí te voy a contar cómo puedes instalar un grifo de jardín recto y sin complicaciones.

Primero, déjame decirte que la clave está en la preparación y en no cortar esquinas. Si haces las cosas bien desde el principio, te ahorras un montón de líos después. Y no, no necesitas ser un manitas o la reencarnación de algún dios de la bricomanía. Con unas herramientas básicas, un poco de paciencia y siguiendo los pasos al pie de la letra, tu grifo quedará tan perfecto que hasta el vecino querrá venir a regar tus plantas.

Así que si quieres que tu grifo no acabe como la torre de Pisa, sigue leyendo. Te aseguro que con un poco de maña y nuestros consejos, estarás disfrutando de tu nuevo grifo de jardín en un abrir y cerrar de válvulas.

Zapata de grifo explicada

Para tener un grifo de jardín bien firme y que no se mueva ni un ápice, la zapata de grifo es un elemento clave. Es una especie de base o plataforma que se coloca bajo el grifo para darle estabilidad y soporte. Vamos, que sin esto, el grifo podría acabar bailando la conga cada vez que lo uses y eso no queremos.

La zapata de grifo normalmente es de metal o de hormigón y se instala directamente en el suelo. En el caso de que vayas a ponerla en una superficie de tierra, lo ideal es hacer un pequeño agujero, echar un poco de hormigón y colocar la zapata encima, asegurándote de que quede nivelada. Si la cosa va sobre una superficie dura, como una acera, probablemente tendrás que anclarla con tornillos y tacos adecuados.

Una vez que tienes la zapata en su sitio, toca colocar el grifo sobre ella. Esto se hace atornillando el grifo a la base, que ya tiene unos huecos predefinidos para que encaje todo a la perfección. Asegúrate de que el grifo quede bien recto y firme antes de dar por finalizada la instalación.

No olvides conectar bien las tuberías y comprobar que no haya fugas. Un grifo que gotea es como tener una fuente en miniatura que no para de gastar agua y dinero. Así que, ojo al dato con las conexiones y usa cinta de teflón o productos selladores si es necesario.

Y ya está, no tiene más ciencia. Una buena zapata de grifo garantiza que tu grifo de jardín se quede quietecito y listo para regar tus plantas o llenar la piscina de los peques sin preocupaciones.

Cómo cambiar un grifo fácilmente

Para cambiar un grifo sin complicarte la vida, primero cierra la toma de agua principal. No quieres que se te inunde el jardín. Luego, abre el grifo viejo para liberar la presión y que no quede agua en la tubería.

1. Desmonta el grifo actual usando una llave inglesa o una herramienta ajustable. Si está muy duro, aplica un poco de desengrasante o aflojatodo.
2. Limpia bien la superficie donde va a ir el nuevo grifo. Es importante que no queden restos de suciedad o agua.
3. Coloca la rosca de teflón en la tubería para asegurar una buena estanqueidad. Da varias vueltas a la cinta en el sentido de la rosca.
4. Rosca el nuevo grifo cuidadosamente para no dañar la rosca de la tubería. Aprieta lo justo sin pasarte, que si lo haces a lo bestia puedes acabar cargándote algo.
5. Una vez puesto, abre de nuevo la llave de paso y comprueba que no hay fugas. Si ves alguna gotera, ajusta un poco más, pero con mimo.

Si todo está seco y el grifo va fino, enhorabuena, te has marcado un puntazo. Si te ves apurado y no te fías de hacerlo bien, mejor llama a un profesional, que para eso están.

Recuerda que la práctica hace al maestro y no hay nada como meterle mano al jardín para aprender.

Espero que este paso a paso para instalar tu grifo de jardín te haya resultado fácil y útil. Ahora a disfrutar de la comodidad que te brinda tener agua al alcance en tu zona verde. Gracias por seguirnos, ¡que tu jardín florezca!