Cubrir las plantas delicadas del frío o la lluvia

Imagina que tienes tus plantas delicadas ahí fuera, en tu jardín o balcón, y de repente el tiempo decide irse al garete. No mola nada, ¿verdad? Pues te cuento, esos cambios bruscos de temperatura o esas lluvias inesperadas pueden ser una auténtica faena para tus verdes amigas. Por eso, es clave que sepas cómo protegerlas y cuidar de ellas cuando el tiempo se pone chungo.

Te voy a dar unos trucos que son oro puro para que tus plantas no sufran lo más mínimo. Verás que con unos simples pasos y algo de maña, podrás mantenerlas a salvo de los caprichos del tiempo. Y es que no hay nada como verlas crecer sanas y fuertes, sin importar si fuera hace más frío que en la nevera o cae agua como para montar tu propio parque acuático. Así que, vamos a ello, que tus plantas se merecen ese mimo extra.

Índice
  1. ¿Cómo tapar una planta del frío?
  2. Protege tus plantas del frío

¿Cómo tapar una planta del frío?

Cuando el termómetro empieza a caer, proteger tus plantas más delicadas es crucial para que sobrevivan al invierno. Tapar las plantas es más sencillo de lo que parece y con unos trucos básicos, conseguirás que tus verdes amigas pasen la temporada fría sin percances.

Primero, identifica qué plantas necesitan protección. No todas son igual de sensibles al frío. Las tropicales o subtropicales, por ejemplo, suelen ser las más vulnerables. Una vez localizadas, es hora de actuar.

Usa materiales aislantes como telas de protección, arpilleras o incluso plásticos burbuja. Asegúrate de que el material sea transpirable para evitar la condensación y que la planta pueda respirar. Si optas por el plástico, deja un espacio para que el aire circule.

Para plantas pequeñas y arbustos, estructuras como campanas o túneles pueden ser una solución ideal. Simplemente coloca la estructura sobre la planta y ancla bien los bordes para que no se vuele con el viento.

Si hablamos de árboles jóvenes o plantas más grandes, envuelve el tronco con materiales aislantes como la paja o incluso mantas viejas. Para las ramas, puedes usar telas o sacos y atarlos con delicadeza para no dañar la planta.

En el caso de plantas en macetas, trasládalas a un lugar resguardado si puedes. Una opción es agruparlas y cubrirlas juntas, así se protegen entre ellas y mantienen mejor el calor.

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Recuerda retirar las protecciones durante el día si las temperaturas suben y hay sol para que las plantas no se "cocinen". Y por la noche, vuelve a taparlas para que el frío no las dañe.

No te olvides regar tus plantas incluso en invierno, aunque sea con menos frecuencia. El suelo seco puede ser tan perjudicial para las plantas como el frío extremo.

Con estos consejos, tus plantas resistirán el invierno y volverán a florecer con fuerza cuando llegue la primavera.

Protege tus plantas del frío

El invierno puede ser un desafío para tus plantas, sobre todo para aquellas más sensibles al frío. Una buena estrategia para cuidarlas es anticiparse a las bajadas de temperatura. Por eso, fíjate en el pronóstico y, cuando se avecinen heladas, toma medidas.

Una opción práctica es utilizar tela de protección o manta térmica. Estos materiales son fáciles de manejar y cortar a medida. Además, dejan pasar la luz y el aire, lo que evita que tus plantas se asfixien. Asegúrate de que cubren bien la planta, pero sin apretar, y que llegan hasta el suelo para mantener el calor. Es como ponerles un abrigo.

Si tienes macetas, muévelas a un lugar más resguardado. Un rincón cerca de la pared de la casa suele ser más cálido. Y si es posible, colócalas bajo techo. ¡Recuerda que las raíces también sufren con el frío!

Para las plantas más grandes o que están en el suelo, puedes usar estructuras como arcos y cubrirlas con plásticos específicos para jardinería. Eso crea una especie de mini invernadero que les da un extra de calidez.

El mulching o acolchado es otro aliado. Cubre la superficie del suelo con una buena capa de material orgánico como hojas secas, paja o corteza. Esto protege las raíces del frío y mantiene la humedad.

No te olvides de retirar las protecciones durante el día si hace sol para que las plantas no se cocinen y puedan realizar la fotosíntesis. Y luego, vuélvelas a cubrir cuando caiga la tarde.

Con estas simples acciones, tus plantas sobrevivirán al invierno y estarán listas para lucirse cuando llegue la primavera.

Espero que estos consejos os sean útiles para proteger vuestros rincones verdes cuando el tiempo se pone un poco quisquilloso. Cuidar de las plantas es un arte y cada gesto cuenta. Así que, ya sabéis, a cubrir esas preciosidades cuando el cielo amenaza con sus lágrimas heladas. ¡Ánimo con ese jardín! Nos leemos pronto.

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