Ficus lyrata se le caen las hojas

¿Ves que tu Ficus lyrata se queda más pelado que la cabeza de tu abuelo y no sabes por qué? Tranqui, que no cunda el pánico. A veces, estas plantas tiran la toalla, o mejor dicho, las hojas, por cosillas que podemos solucionar fácil. Antes de que te pongas a buscar remedios caseros o a hablarle más dulce de lo normal, vamos a ver qué le puede estar pasando. ¿Será por falta de agua, exceso de riego o porque se siente sola? Vamos a desentrañar este misterio para que tu ficus vuelva a ser la envidia del vecindario.

No te rayes pensando que tienes que convertirte en detective de plantas, aquí te voy a contar todo lo que necesitas saber para que tu lyrata recupere su esplendor. Y ya verás, en nada, las hojas volverán a brotar y todo será verde que te quiero verde. ¡Vamos allá!

Cuidado del ficus: Evitar caída de hojas

Cuando te topas con que tu Ficus lyrata empieza a perder las hojas, no te eches las manos a la cabeza. Es normal que de vez en cuando alguna hoja se despida, pero si notas que se convierte en una lluvia de hojas, es hora de prestar atención. Primero, asegúrate de que no sea un cambio estacional; a veces, con los cambios de estación, los ficus tiran algunas hojas para adaptarse.

Si el problema persiste, chequea la humedad. Estas plantas son bastante fans de la humedad ambiental, pero tampoco te pases y conviertas tu salón en una sauna. La falta de humedad puede hacer que las hojas se sequen y caigan. Puedes usar un humidificador o colocar un plato con agua cerca de la planta para que el ambiente sea más de su agrado.

Otro punto crítico es el riego. Ni poca agua ni un diluvio universal; encuentra el equilibrio. Si el sustrato está demasiado seco o, por el contrario, si la planta se está ahogando en agua, las hojas se resentirán. Toca la tierra, si está seca, es hora de regar, pero si está empapada, espera a que se seque un poco.

La luz es vital. A estos ficus les mola la luz indirecta. Si lo tienes en un rincón oscuro, mal asunto. Asegúrate de que reciba luz natural, pero sin que los rayos del sol le den directamente, que luego se queman las hojas y la cosa se pone fea.

Y no olvides la temperatura. Estas plantas no son amigas de los cambios bruscos de temperatura. Mantén a tu Ficus lejos de corrientes de aire frío o calor directo de radiadores y otras fuentes de calor.

Si después de revisar todos estos aspectos la planta sigue triste y deshojada, echa un vistazo a las raíces; podría ser un problema de raíces podridas por exceso de agua o una maceta demasiado pequeña.

Con estos cuidados, seguro que tu Ficus lyrata volverá a ser la envidia del vecindario. Y si te vienen dudas, piensa qué harías tú si fueras un Ficus; a veces, ponerse en la piel (o en las hojas) del otro ayuda bastante.

¿Cómo recuperar un Ficus lyrata que se le caen las hojas?

Cuando tu Ficus lyrata empieza a perder hojas, es una señal clara de que algo no va bien. Pero tranquilo, suele tener arreglo. Lo primero es identificar la causa. Vamos a ver qué puedes hacer para devolverle la salud a tu planta.

Primero, echa un vistazo al riego. El Ficus lyrata odia tanto el exceso como la falta de agua. Si el sustrato está siempre húmedo, es probable que las raíces estén pudriéndose. En este caso, reduce el riego y asegúrate de que la maceta drena bien. Si por el contrario está demasiado seco, es hora de establecer una rutina de riego más constante.

La luz es otro factor crítico. Si tu Ficus no recibe suficiente luz, las hojas se pueden caer. Asegúrate de que esté en un lugar luminoso pero sin sol directo que podría quemar sus hojas.

Revisa el ambiente también. Estos árboles no son amigos de los cambios bruscos de temperatura ni de las corrientes de aire. Si está cerca de una ventana que se abre a menudo o de un aire acondicionado, considera reubicarlo.

No te olvides de la alimentación. Durante la temporada de crecimiento, una alimentación regular con un fertilizante adecuado puede hacer maravillas. Pero ojo, no te pases, porque el exceso de fertilizante también puede ser perjudicial.

Si después de todo esto, ves que las hojas siguen cayéndose, inspecciona la planta en busca de plagas como ácaros o cochinillas. Estos pequeños bichos pueden ser los culpables y necesitarás tratar la planta con un insecticida apropiado.

Finalmente, si la planta está muy dañada, podar las partes afectadas puede ayudar a que el Ficus se recupere y vuelva a brotar con fuerza.

Recuerda, cada Ficus es un mundo y lo que funciona para uno, puede no hacerlo para otro. Observa a tu planta, prueba y ajusta estos consejos hasta que encuentres lo que le sienta bien. Con un poco de paciencia y cuidado, tu Ficus lyrata volverá a ser el rey de tu jardín interior.

Espero que estos consejillos os ayuden a mantener vuestro Ficus lyrata con más ganas de fiesta que de siesta. Si se os caen las hojas, ya sabéis, revisad la luz, el riego y el ambiente. Un abrazo fuerte.