Ficus se le caen las hojas verdes

Si te has topado con que tu ficus parece más pelón que un campo de fútbol después de un concierto, no te rayes, que no estás solo en esta. Esto de que los ficus tiren la toalla y dejen caer las hojas verdes es más común de lo que crees y tiene su aquel. Vamos a desentrañar el misterio de por qué tu planta favorita se está quedando en cueros y qué puedes hacer para evitar que se convierta en el nuevo árbol de Navidad minimalista de tu salón.
Desde un riego descontrolado hasta una fiesta sorpresa de plagas, las causas pueden ser de lo más variopintas. Pero tranqui, que si estás aquí es para darle la vuelta a la situación. Vamos a echar un ojo a las necesidades del ficus, esos cambios bruscos de temperatura o de sitio que le sientan peor que un lunes por la mañana, y cómo puedes convertirte en el superhéroe de tu planta. ¡Prepárate para darle un poco de mimo y verla florecer (bueno, en sentido figurado, que ya sabemos que los ficus no florecen)!
Solución caída hojas ficus
Si tu ficus está tirando las hojas más de la cuenta, puede que esté estresado. Así es, igual que nosotros, estos arbolitos sufren cuando no están a gusto. ¿Qué hacer? Primero, asegúrate de que no le falte luz. Aunque los ficus no necesitan estar al sol directo todo el día, sí les mola un sitio luminoso. Si está en un rincón oscuro, muévelo a un lugar más alegre.
Ahora, toca hablar de riego. Ni se te ocurra ahogarlo ni dejar que se seque como una pasa. Encuentra el punto medio. Riega cuando la tierra esté seca al tacto, pero antes de que el pobre ficus empiece a poner cara de sediento. Y no te pases con el agua, que no es un pato.
Otro tema clave es la temperatura. Estos tipos son tropicales, así que no les va bien ni el frío ni las corrientes de aire. Mantén un ambiente estable, sin cambios bruscos. Si tu casa se convierte en el polo norte en invierno, mejor busca un sitio más cálido para tu ficus.
A veces, las hojas se caen porque el aire está más seco que un chiste malo. Humedece el ambiente con un pulverizador o poniendo un humidificador por la zona. Y si el ambiente es más seco que el humor inglés, pues igual tendrás que hacerlo a menudo.
No te olvides de la comida. Un ficus hambriento es un ficus triste. Durante la temporada de crecimiento, una vez al mes, dale un poco de fertilizante específico para plantas verdes. Pero cuando llegue el invierno, déjalo descansar, sin abonos ni historias.
Por cierto, si te has pasado con el fertilizante, también puede ser la razón de que las hojas se den el piro. En ese caso, corta el rollo de los abonos y dale tiempo para recuperarse.
Si después de todo esto, tu ficus sigue rebelde, echa un vistazo a si tiene plagas o enfermedades. Ácaros, cochinillas y hongos están en la lista de sospechosos habituales. Si descubres bichos indeseados, a por ellos con un insecticida adecuado. Y si es un hongo, busca un fungicida que le siente bien.
En el fondo, se trata de mimar a tu ficus como si fuera un colega más de la casa. Observa, cuida y responde a lo que necesite. Y si sigues estos consejos, es muy probable que tu ficus se recupere y vuelva a estar frondoso y feliz.
Manten tu ficus verde: Prevención de caída de hojas
Para evitar que tu ficus vaya perdiendo su esplendor y se quede pelado, hay un par de trucos que tienes que tener en cuenta. Lo primero es entender que una caída ocasional de hojas es normal, pero si ves que el tema se descontrola, algo va mal.
Riega con cabeza, que ni le falte ni le sobre agua. Si la tierra está seca, toca regar, pero si al meter el dedo ves que está húmeda, déjalo estar. Los ficus no son muy amigos del encharcamiento.
Ojo con la luz. A estos árboles les mola la luz indirecta. Si está demasiado expuesto al sol, las hojas pueden quemarse y despedirse, y si le falta luz, también se pondrán mustias y caerán.
La temperatura es otro factor clave. Intenta que tu ficus esté en un sitio con temperatura estable, sin corrientes de aire ni cambios bruscos que lo estresen.
Y no te olvides del abono. En primavera y verano, un abonado regular ayudará a tu ficus a mantenerse fuerte y con las hojas bien verdes.
¿Has revisado si hay plagas? Cochinillas, ácaros o pulgones son fans de las hojas de ficus. Si los pillas a tiempo, con un tratamiento adecuado puedes evitar que tu planta se quede calva.
Al final, es cuestión de observar y conocer a tu ficus. Si notas que algo cambia, actúa rápido y verás cómo sigue luciendo esas hojas verdes que tanto nos gustan. Y recuerda, un ficus feliz es un ficus con todas sus hojas en su sitio.
¿Cómo saber si a mí ficus le falta agua?
Para que tu ficus esté saludable y vigoroso, el riego es clave. Pero, ojo, darle de beber más de la cuenta o quedarte corto puede tener consecuencias. Si notas que las hojas de tu ficus se caen, es posible que esté sediento. Aquí van unos consejitos para identificar si tu ficus está pidiendo agua:
Primero, fíjate en la tierra. Si está seca al tacto y hasta parece que se aleja de los bordes de la maceta, tu ficus tiene sed. Mete un dedo en la tierra, si después de unos centímetros sigue seca, definitivamente es hora de regar.
Otro punto es el peso de la maceta. Si la coges y te parece que pesa menos de lo normal, probablemente es porque la tierra está seca y necesita riego.
Además, las hojas te dan pistas. Si están mustias, sin brillo y como que no tienen vida, muy probablemente sea por falta de agua. A veces incluso las puntas se vuelven marrones y crujientes.
Si ves que la situación es grave y tu ficus está muy seco, puedes sumergir la maceta en un barreño con agua durante unos minutos para que la tierra se hidrate bien. Pero no te pases, que no es cuestión de ahogarlo.
Y recuerda, cada ficus es un mundo, así que lo mejor es que te vayas familiarizando con el ritmo de riego que necesita el tuyo. Con el tiempo, sabrás exactamente cuándo toca darle un trago solo con mirarlo.
Espero que estos consejillos te ayuden a mantener tu ficus bien hermoso y sin perder su follaje. Si te surgen más dudas o simplemente quieres compartir tus avances, aquí estaré. ¡Un abrazo y suerte con tu planta!
Deja una respuesta