Olivo: se le caen las hojas verdes

Te habrás dado cuenta de que tu olivo empieza a estar más pelado que un rodal en invierno. Si las hojas verdes se despiden sin decir adiós, seguro que te estás preguntando qué pasa. No te preocupes, que no es cosa de brujería ni de que el árbol esté tirando la toalla. Hay varias razones por las que tu olivo puede estar más triste que un día sin sol y en este texto vamos a desgranarlas una a una. A lo mejor es un tema de riego, quizás le falten nutrientes o puede que alguna plaga esté montando una fiesta a costa de su salud. Vamos a ver qué le ocurre a tu compañero de jardín y cómo puedes ponerle remedio para que vuelva a estar tan frondoso que no sepas si darle un abrazo o hacerle una poda.

¿Cuándo pierden las hojas los olivos?

Mira, los olivos son de hoja perenne, pero eso no significa que nunca cambien sus hojas. A lo largo del año, pueden perder algunas, pero no te esperes una alfombra de hojas caídas como con los caducifolios. Lo normal es que renueven su follaje de forma progresiva, sin que te des cuenta de que están calvos en algún momento. Ahora, si ves que se te llenan de hojas el suelo mucho y de golpe, algo raro pasa.

Normalmente, el intercambio de hojas va a su ritmo, tranquilo, y es más evidente en primavera y verano. Las hojas más viejas, esas que ya han dado todo lo que tenían que dar, se ponen amarillas y luego, ploff, al suelo. Pero oye, que eso de perder las hojas también puede ser señal de que algo va mal. Si es fuera de tiempo o si las que caen están verdes, puede ser por estrés hídrico, que ni tú ni yo queremos eso, por exceso de riego, enfermedades o porque les pega mal el sol.

No te agobies si es un par de hojas sueltas, pero si tu olivo parece que se desnuda en pleno invierno o verano, echa un ojo a estas posibles causas:

• Enfermedades: Algunos hongos o bacterias se las tienen juradas a los olivos.
• Plagas: Bichos como la cochinilla o la mosca del olivo son un incordio.
• Riego: Ni pasarse ni quedarse corto, encuentra el punto medio.
• Abonos y fertilizantes: A veces, más es menos. No te pases echando cosas.
• Clima: Si hace más frío de lo normal o hay heladas, las hojas sufren.

Si controlas estas variables, deberías tener un olivo con sus hojas en su sitio. Si aún así las cosas se ponen feas, siempre puedes pedir ayuda a un experto. Que no cunda el pánico, a veces los árboles tienen sus días malos y solo necesitan un poco de mimo para volver a estar estupendos.

Riego de olivos en maceta: Frecuencia ideal

Mantener un olivo en maceta puede ser todo un arte, pero con unos cuantos trucos no tendrás problema. Para empezar, el riego debe adaptarse a varios factores como el tamaño de la maceta, el clima y la temporada del año. No hay una regla de oro, pero sí algunas pautas que te ayudarán a evitar ese molesto goteo de hojas verdes.

En verano, cuando el calor aprieta, es probable que necesites regar tu olivo al menos un par de veces a la semana. Eso sí, asegúrate de que el agua drene bien y no dejes que las raíces se remojen en agua, que eso les sienta fatal. Por otro lado, en invierno la frecuencia de riego baja un montón, con una vez cada dos semanas suele bastar.

Si notas que la tierra está seca al tacto en los primeros centímetros, es momento de darle agua. Pero ojo, no te pases, que más vale quedarse corto y rectificar que tener que lidiar con un olivo anegado. Un truco es usar un palito para comprobar la humedad de la tierra más profunda, como si fuera un bizcocho y estuvieras comprobando si ya está listo para salir del horno.

Ahora bien, si tu olivo está dentro de casa, donde seguro que hay calefacción en invierno, igual tienes que ajustar un poco el riego, porque el ambiente se reseca más. No te olvides de que estos árboles son mediterráneos y disfrutan de la humedad ambiental, así que de vez en cuando les viene bien una nebulización ligera para recordarles a sus raíces de dónde vienen.

Y si lo que quieres es evitar que se te caigan las hojas verdes, presta atención al cambio de estaciones y ajusta el riego de manera gradual. Los cambios bruscos ni a ti ni a tu olivo os van a sentar bien. Y recuerda, si a pesar de todo, ves que las hojas siguen cayendo, echa un vistazo a otros posibles culpables como el trasplante, las corrientes de aire o incluso alguna plaga.

Al final, cada olivo es un mundo y lo que funciona con uno puede que no sea la solución para otro. Así que toma estos consejos como una base, pero luego escucha a tu planta y adapta la frecuencia de riego a lo que te vaya pidiendo.

Espero que la info os haya servido para entender mejor por qué vuestro olivo puede estar perdiendo sus hojas verdes. Cuidadlo con mimo, atended a sus necesidades y seguro que os lo agradecerá con buena salud y vigor. ¡Gracias por leer! Nos leemos pronto.