Plantas de bulbos que florecen en verano

Imagina que es verano, el sol luce en todo su esplendor y tu jardín se convierte en un desfile de colores y aromas. Eso es justo lo que puedes conseguir con las plantas de bulbos adecuadas. Estas maravillas de la naturaleza son la bomba para dar vida y alegría a cualquier rincón. Y no creas que necesitas ser un mago de la botánica, con un poco de tierra, agua y cariño, estos bulbos se disparan como cohetes de color en tu jardín.

¿Quieres saber cuáles son los campeones del verano? Pues hay una variedad que ni te imaginas. Desde las irresistibles dalias hasta las exóticas gladiolas, pasando por las elegantes liliums y muchas más. Cada una con su toque especial, transformando tu jardín en un tapiz vivo que te hará el vecino más envidiado del barrio. ¿Y lo mejor? Que son más fáciles de cuidar de lo que parece. Así que, si te pica el gusanillo por saber cómo conseguir que estos bulbos te hagan la ola este verano, sigue leyendo y descubre todos sus secretos.

Plantando bulbos de temporada: guía rápida

Si buscas un jardín lleno de color en verano, plantar bulbos es una apuesta segura. Aquí va una chuleta para no perderse en el proceso. Primero, escoge bulbos sanos y firmes, eso es clave. Olvídate de los blandos o con pinta de estar pasados, esos no van a funcionar.

La época ideal para meterlos en tierra es antes de que empiece el calor, así que apunta: Finales de invierno o principios de primavera. Y ojo al dato, porque la profundidad importa y mucho. Un truco es plantar el bulbo a tres veces su altura; así que si tienes uno de 5 cm, ¡para abajo 15 cm!

• Asegúrate de que el sitio donde los plantes tenga buena drenaje. Que no les gusta tener los pies encharcados, vamos.
• Elige un lugar con buena luz, pero tampoco a pleno sol que les puede quemar.
• No escatimes en espacio, déjales hueco para crecer, que no estén apretujados.

No te olvides del riego tras plantarlos, pero más bien poquito que mucho, que el exceso de agua es el enemigo número uno de estos colegas. Y luego, reducir el riego cuando ya estén establecidos y asomando la cabeza.

Una vez plantados, toca tener paciencia, los bulbos son de lento despertar pero cuando lo hacen, el espectáculo está asegurado.

Y nada de andar cavando por ahí a ver si están creciendo. Eso es como mirar el horno cada dos por tres cuando haces un bizcocho, que al final no sube. Déjalos tranquilos y verás cómo se lucen cuando llegue su momento.

Plantas con floración anual

Si buscas un espectáculo en tu jardín que no se haga de rogar cada año, las plantas anuales son tus aliadas. Estas campeonas nacen, crecen, florecen y se despiden en una sola temporada. Vamos, que no se andan con remilgos y van al grano. Tienes un abanico de opciones como las petunias, los tagetes o las siempre vivas zinnias que son un estallido de color desde primavera hasta que el otoño empieza a refrescar el ambiente.

Una de las ventajas de las anuales es que son perfectas para experimentar con diseños nuevos cada año, ya que no te comprometen a largo plazo. Si un año te apetece un jardín de tonos cálidos y al siguiente te va más el rollo zen con colores fríos, ¡adelante!

Para mantener este festival de color, recuerda que muchas de estas plantas necesitan sol a raudales y un buen drenaje porque no son amigas de los pies mojados. Asegúrate de regarlas regularmente pero sin encharcarlas, que no estamos haciendo arroz.

Por cierto, no te olvides de hacer amigos entre las abejas y mariposas, porque las anuales son unas seductoras natas de estos polinizadores. Así que, mientras disfrutas de tu café matutino, podrás ver cómo se llena tu jardín de vida.

¿Y sabes qué? Si te gustan los retos y quieres sacar tu lado más granjero, prueba a recoger las semillas al final de la temporada. Así, además de ahorrar un pico, tendrás el gustazo de ver nacer tus propias criaturas el año que viene. Eso sí, ten en cuenta que algunas variedades son híbridas y sus semillas pueden no ser fieles a la planta madre, ¡pero eso también es parte de la diversión!

En cuanto a los bulbos que florecen en verano, que no se te pase por alto que hay algunos como los gladiolos o las dalias que, aunque no son anuales, te pueden regalar una floración de infarto cada verano si los cuidas como toca en invierno. Pero eso ya es harina de otro costal, y te contaré más sobre ello en otra ocasión.

Espero que hayáis disfrutado descubriendo estas maravillosas plantas de bulbos que nos regalan sus flores en verano. Si tenéis cualquier duda o queréis compartir vuestras experiencias, ya sabéis dónde encontrarme. ¡Seguid plantando y disfrutando del colorido de vuestros jardines! Gracias por leer y ¡un abrazo!