¿Por qué los tomates no maduran en la planta?

Te lo has currado con tus tomateras, les has dado amor, pero te comes el coco porque ves esos tomates verdes colgando y ni por asomo se deciden a cambiar de color. Te preguntas, ¿qué está pasando aquí? Y no, no es que les haya dado por hacer huelga. Hay unas cuantas razones por las cuales los tomates deciden tomárselo con calma para madurar, y van desde el clima hasta el tipo de planta que tienes.

Vamos a echar un ojo a esas claves que te están dando el quebradero de cabeza. Quizás es que les falta calorcito o están confusos con las horas de luz. O puede que te hayas pasado con el abono y estén más perezosos que un lunes por la mañana. Sea como sea, te voy a contar todo lo que necesitas saber para conseguir que esos tomates pasen del verde al rojo sin quedarse atrapados en el limbo de la maduración.

Soluciones rápidas para tomates que no maduran

Cuando te encuentras con que los tomates se resisten a madurar en la planta, hay un par de trucos que puedes probar. Si ves que tus tomates están verdes como peras, no desesperes. Aquí van unos consejos:

Primero, comprueba la temperatura. Los tomates necesitan calor para madurar. Si las noches son frescas, piensa en cubrir las plantas con un plástico para conservar el calor. Eso sí, asegúrate de quitarlo durante el día si hace mucho sol para que no se cocinen los pobres.

Si te das cuenta de que la planta está sobrecargada de frutos, es el momento de actuar. Podar algunos tomates, especialmente los más pequeños que no tienen pinta de llegar a buen puerto, ayuda a que la planta concentre su energía en madurar los que ya están más desarrollados.

Una técnica que parece sacada de una película de espías es la de dar un ligero estrés hídrico a las plantas. Consiste en reducir un poco el riego para darles un empujón. Pero ojo, sin pasarse, que no queremos tomates pasados de vueltas.

Y si ves que la cosa no avanza, siempre puedes recolectar los tomates verdes y madurarlos en casa. Envuélvelos en papel de periódico o mételos en una bolsa de papel con una manzana o un plátano. Estas frutas emiten etileno, un gas que promueve la maduración.

Por último, si tienes un montón de tomates verdes y el frío se acerca sin piedad, prueba a arrancar la planta entera y colgarla boca abajo en un lugar protegido. Los tomates seguirán madurando poco a poco, alimentándose de las reservas de la planta.

Espero que con estos truquillos tus tomates pasen de ser unas bolas verdes a unos jugosos frutos rojos. ¡Suerte!

Maduración rápida de tomates en planta

A veces te encuentras con que tus tomates se resisten a madurar en la planta. No te preocupes, que hay trucos para acelerar el proceso. Uno de los métodos más simples es controlar el riego. Reducir la cantidad de agua cuando los tomates empiezan a cambiar de color puede estimular la maduración. La planta entiende que hay menos recursos y se centra en madurar sus frutos.

Si tienes tus plantas en invernadero o dentro de casa, la temperatura es clave. Los tomates prefieren un clima cálido, así que asegúrate de que no pasen frío. Se sienten a gusto entre 20 y 25 grados. Si la temperatura baja mucho, podrías considerar utilizar una manta térmica o aumentar la calefacción.

El etileno es un gas natural que las frutas emiten y que acelera la maduración. Puedes aprovechar este truco colocando los tomates cerca de otras frutas que emiten etileno, como manzanas o plátanos.

A veces, simplemente es cuestión de paciencia. Los tomates pueden tardar de 20 a 30 días en madurar desde que empiezan a cambiar de color. Si ves que pasa el tiempo y no hay cambios, revisa si hay suficiente luz solar directa. Los tomates necesitan su baño de sol diario para madurar bien.

Al final, cada tomate tiene su ritmo, pero con estos consejos, podrás ayudarlos a madurar más rápido y disfrutar de su sabor en su punto justo.

Espero que este paseo por los secretos de los tomates te haya aclarado dudas y te anime a seguir intentándolo en tu huerto. Si ves que tus tomates se resisten a madurar, ya sabes que puede ser por temperaturas desfavorables, falta de luz o un desequilibrio nutricional. Ajusta lo que haga falta y tendrás éxito. ¡Gracias por leer y ánimo con esos tomates!