¿Por qué se ponen amarillas las hojas de los geranios?

Te has dado cuenta de que tus geranios empiezan a lucir como si alguien les hubiera dado un baño de pintura amarilla, ¿verdad? No te preocupes, no estás solo en esta. A menudo, las hojas que deberían estar verde esmeralda empiezan a ponerse amarillas, y esto puede ser señal de varias cosillas. Desde un riego poco acertado hasta una fiesta no invitada de plagas, hay un montón de motivos que pueden estar detrás de este cambio de look. Aquí vamos a echar un vistazo a los más comunes y cómo puedes ponerles solución antes de que tus geranios se pongan más amarillos que el sol.

Soluciones para geranios amarillos

Si tus geranios están sacando hojas amarillas, tranquilo, que suele tener solución. Lo primero es identificar la causa, que puede ser desde un exceso de agua hasta una plaga escondida. Aquí van unos consejos que te pueden venir de perlas:

• Riega con cabeza: Ni mucho ni poco, encuentra el punto justo. Los geranios no quieren ni encharcamientos ni sequía. Si la tierra está encharcada, reduce el riego; si está seca, pues ya sabes, a darles un poco más de agua.
• Ojo al sol: Aman la luz, pero el sol directo en exceso les puede sentar fatal. Si ves que se chamuscan, mejor busca un sitio donde la luz sea intensa pero no directa.
• Abonado adecuado: La alimentación es clave. Usa abonos específicos para geranios, que tienen el equilibrio perfecto de nutrientes. Si te pasas con el nitrógeno, las hojas se volverán amarillas.
• Comprueba si hay bichos: Las plagas pueden ser un verdadero quebradero de cabeza. Echa un vistazo por si ves pulgones, araña roja o algún otro inquilino no deseado. Si los encuentras, combátelos con productos específicos o remedios naturales.
• El contenedor importa: Si el tiesto es muy pequeño o no drena bien, las raíces pueden sufrir y eso se refleja en las hojas. Usa una maceta con buen drenaje y espacio suficiente.
• Revisa el pH: Los geranios prefieren un suelo neutro a ligeramente ácido. Si el pH no es el adecuado, las plantas no absorben bien los nutrientes. Ajustarlo puede ser la solución.

Recuerda, cada geranio es un mundo y lo que le va bien a uno, puede que no le siente igual al otro. Así que, observa, experimenta y ajusta hasta que des con la tecla. Con estos consejillos, seguro que pronto verás tus geranios con hojas verdes y sanas. ¡Y a disfrutar del jardín!

Evita que las hojas se amarillen

Cuando ves que tus geranios empiezan a lucir hojas amarillas, es una señal de que algo no va bien. Hay varias razones por las que esto puede pasar, y saber cómo manejarlo puede hacer la diferencia entre un geranio saludable y uno que parece que ha pasado mejores días. Vamos a ver qué puedes hacer para que tus plantas estén de cine.

Primero, controla el riego. Los geranios no son muy amigos de tener los pies encharcados. Si te pasas con el agua, las raíces pueden pudrirse y esto se refleja en hojas amarillas. Asegúrate de que la tierra se seca entre riegos y que el drenaje es el adecuado.

El exceso o la falta de nutrientes también puede ser un problema. Si tu geranio está pálido y las hojas inferiores se ponen amarillas, puede ser una señal de falta de hierro o nitrógeno. Un buen abono específico para geranios te puede salvar la partida aquí. Pero ojo, no te pases abonando, que el exceso también es malo.

No te olvides de revisar si hay plagas como pulgones o araña roja. Estos bichitos son unos auténticos vampiros que chupan la savia y debilitan la planta. Si encuentras alguno, a por él con un insecticida adecuado o remedios más naturales como el jabón potásico.

El sol es amigo de los geranios, pero todo con medida. Si reciben más sol del que pueden manejar, especialmente en los días más intensos de verano, las hojas pueden quemarse y volverse amarillas. Asegúrate de que tienen algo de sombrita en las horas más duras.

Y por último, no te olvides de que los geranios son como nosotros, no les gusta el estrés. Así que evita cambios bruscos de temperatura o corrientes de aire fuertes, que les pueden sentar fatal.

Con estas claves, tus geranios deberían mantenerse con un verde que ya lo quisieran para sí muchos campos de fútbol. Y si algo no va bien, revisa estos puntos y ajusta lo que haga falta. ¡Tus geranios te lo agradecerán con un montón de flores y un verde espectacular!

Espero que este rollo sobre las hojas amarillas te haya servido para mimar mejor a tus geranios. Recuerda, no es sólo regar y listo, ¡hay que estar al loro con la nutrición, el exceso de agua y esos incómodos hongos! Cualquier cosilla que necesites, aquí me tienes para echar una mano. ¡Un abrazo y suerte con esas plantas!